La historia de la IA siempre tendrá dos nombres propios importantes y determinantes. Por un lado, OpenAI, la empresa que un día “perteneció” (en parte) a Elon Musk, fue la primera en sacar al mercado un servicio (ChatGPT) que revolucionaría el panorama y sería determinante para todo lo que ha llegado. Otros tenían IA, pero ellos fueron los primeros. Y en el mundo de la tecnología, eso es un mundo. Además, tuvieron la destreza de hacerla accesible, gratuita y muy potente. Así que lo tenían todo. Pero lo que pocos sabían en ese momento es que iban a abrir la caja de Pandora y que todo cambiaría para siempre.
El otro nombre es Microsoft.
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Microsoft
Es el otro nombre propio en la historia de la IA. Su inversión de 10 mil millones en OpenAI supuso un golpe maestro por parte de la empresa fundada por Bill Gates. Le dio una ventaja frente al resto, incluyendo a OpenAI, aunque, seguramente, en ese momento no pensaron que sería para tanto.
Durante los últimos meses, Microsoft ha estado por delante de OpenAI en el tema de la IA, no porque fueran mejores, ya que usaban la misma tecnología, sino porque ofrecían ventajas premium de ChatGPT a sus usuarios. Este movimiento estratégico le ha dado muchos beneficios a Microsoft. Nunca una inversión tan grande fue tan rentable en tan corto plazo.
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Exceso de IA
Si preguntamos a 10 personas quién es el propietario de Copilot, ChatGPT, Gemini o Perplexity, probablemente no te sabrían decir con certeza. Además de estas, hay innumerables apps de IA para móvil que están saturando el mercado. El mayor contribuyente a esta saturación es Microsoft, que ha creado un exceso de IA sin sentido.
Por ejemplo, en mi iPhone, tengo actualmente dos IAs de Microsoft: Copilot y Designer, ambas para la creación de imágenes. Aunque tienen funcionalidades diferentes, comparten algunas características, lo que podría ser contraproducente a largo plazo. Una de ellas acabará desapareciendo.
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¿Cuál sobra?
Analizando las aplicaciones móviles, la que parece sobrar es Copilot. Esto es desconcertante porque Copilot es un servicio excelente para generar imágenes mediante IA. Designer, por otro lado, se asemeja más a Canva y está claramente diseñada para competir con esta. Veremos si Microsoft consigue que ambas aplicaciones coexistan o si Copilot termina por caer. Pero a priori, está dejando a Copilot tocada al tener otra App capaz de hacer lo mismo y mucho más.
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Mis apps de IA
Con la constante reestructuración de las aplicaciones, las cosas cambian. Microsoft, por ejemplo, ha arruinado la app de Copilot con su última actualización, haciéndola menos funcional. Además, las versiones web y las aplicaciones móviles del mismo servicio tienen un rendimiento diferente. Actualmente, la versión web es mejor que la móvil, cuando antes era al revés.
En mi caso, utilizo ChatGPT para casi todo, Ideogram y Copilot para imágenes. Además, tengo otras como Perplexity, You y Designer en mi móvil. Con tantas IA disponibles para realizar las mismas tareas, es probable que muchas desaparezcan, mientras que otras, como las mencionadas, sobrevivan.
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¿Versión gratuita o de pago?
En cuanto a las versiones gratuitas y de pago, las empresas están ofreciendo mucho contenido gratuito, lo que es de agradecer. Sabemos que nada es realmente gratis y que el uso de estas IAs implica una gestión de información que les favorece, pero, personalmente, no me preocupa.
La mayoría de las personas, incluyéndome, encuentran que las versiones gratuitas son suficientes para sus necesidades, especialmente en el diseño de imágenes. Las versiones de pago parecen estar más orientadas al ámbito laboral, lo que permite a todos disfrutar de la IA de diferentes maneras.
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Pros y Contras
Pros:
- Microsoft ha sabido sacar provecho de su inversión de OpenAI.
- La accesibilidad a las IAs es cada vez mayor, con muchas opciones gratuitas.
- Las IAs ofrecen soluciones útiles y personalizables para todo tipo de usuarios.
Contras:
- La sobrecarga de aplicaciones de IA puede ser confusa y redundante.
- Algunas actualizaciones empeoran el rendimiento de las apps, como Copilot.
- La saturación del mercado podría resultar en el declive de algunas IAs valiosas.
