MobLand y otras cosas interesantes
🎬 Plataformas, series y frustración: lo que he visto últimamente (y lo que me ha molestado)
Últimamente he estado viendo contenido muy variado, y aunque algunas propuestas me han entretenido, lo que más me ha dejado es una sensación creciente de frustración con las plataformas de streaming. Series interesantes que acaban en decepción, anuncios abusivos, estrenos retrasados y, sobre todo, la falta de respeto al espectador. Aquí va mi repaso más reciente, con MobLand como nota positiva entre mucha negativa.
⚰️ «La funeraria» (documental en Max)
Documental sobre una funeraria implicada en tráfico ilegal de órganos. El tema es potente, pero la forma en que está narrado me deja frío. Le falta alma y empatía, algo esencial en un tema tan delicado. En vez de escandalizar o remover conciencias, lo cuenta todo de forma mecánica, sin conexión emocional.
Lo más chocante es descubrir cuánta gente sigue sin considerar la donación de órganos como algo básico. No lo entiendo. Soy firme defensor de que todos deberíamos ser donantes por defecto, y quien no lo sea, que lo indique expresamente. Me sorprende que todavía existan tantas reticencias y tanto egoísmo incluso después de muertos.
🧠 «Amateur» (película en Apple TV)
Protagonizada por Rami Malek, quien vuelve a un papel que recuerda mucho a su personaje en «Mr. Robot». Película correcta, entretenida y con buen ritmo. No inventa nada nuevo, pero cumple.
Destaco el esfuerzo de Malek a pesar de sus limitaciones físicas (una enfermedad que afecta a su movilidad) y la presencia breve pero solvente de Laurence Fishburne. Dos horas que se pasan sin problemas, aunque tampoco deja huella.
🔫 «MobLand» / «Tierra de mafiosos» (Sky Showtime)
La joya de los últimos días. Protagonizada por Tom Hardy, Pierce Brosman y Helen Mirren en el reparto, esta serie apunta alto. La puesta en escena es potente, el presupuesto se nota y el reparto es de lujo.
Peeero… el tema no es nuevo. Mafias, crimen organizado… lo de siempre. Además, la serie es semanal y, tras dos episodios, deja la historia en pausa con un claro cebo para mantenerte enganchado. No me gusta que me fuercen a seguir viendo. Aun así, la seguiré porque, dentro de lo que hay, es de lo mejorcito.
🧘 «Nine Perfect Strangers» (Prime Video)
La estoy viendo con mi pareja y vamos por el episodio 4. La serie tiene cosas interesantes, pero lo que me ha cabreado de verdad es otra cosa: los anuncios de Amazon. Tengo Prime Video, ya pagado dentro de Amazon Prime. Y ahora, si no quiero ver anuncios, debo pagar 1€ extra.
No es el euro, es el insulto. Amazon no necesita ese dinero. Y aun pagando Prime, te meten tandas de anuncios interminables. En el episodio 3 nos comimos tres bloques en 30 minutos. Resultado: el episodio 4 ya lo veré por otros medios. Se acabó. Si nos tratan así, toca buscar alternativas.
🎙️ Más frustraciones con las plataformas
Estoy al día con otras series como «The studio» (Apple TV), de la que no sé si he acabado el episodio 10 o lo tengo pendiente, porque hace semanas que ha perdido mi atención. También espero la segunda temporada de «Pokerface» (Sky Showtime), aunque la primera se me hizo repetitiva pese a un inicio prometedor.
Otra gran incógnita es la serie «The Madison», que tenía que estrenarse hace semanas en Sky Showtime. Está protagonizada por Michelle Pfeiffer y parecía importante, pero no ha llegado. ¿Retraso? ¿Cancelación silenciosa? Nadie dice nada. Así está el panorama.
✅ Pros y ❌ Contras generales
✔️ Buenas producciones como «MobLand» o «Amateur» que salvan la semana
✔️ Algunos repartos y actores muy destacables (Hardy, Malek)
❌ Exceso de anuncios en plataformas de pago
❌ Estrategias de emisión semanal que frustran más que fidelizan
❌ Series que desaparecen o se retrasan sin explicación
💬 Conclusión
Seguimos buscando buenas historias en un océano cada vez más complicado. Las plataformas están tirando de la cuerda con precios, anuncios y decisiones editoriales absurdas. Y mientras tanto, el espectador tiene que rebuscar entre mediocridad y engaños para encontrar algo que realmente valga la pena.
Lo bueno: hay talento. Lo malo: lo están enterrando bajo decisiones empresariales nefastas.
