Han pasado ocho años desde que se emitió la última temporada de Pekín Express. La primera vez que lo vimos fue en 2008, presentado por Paula Vázquez. Recogió el testigo Raquel Sánchez Silva los dos siguientes años, y luego pasó a manos de Jesús Vázquez en 2011. Todas estas temporadas se emitieron en Cuatro. El reality tuvo un parón de cuatro años para regresar en 2015 de la mano de Atresmedia, dejando atrás a Mediaset. En esta ocasión, la presentadora fue Cristina Pedroche, y se emitió en Antena 3. Al año siguiente, no cambiaron de presentadora, pero sí de cadena, pasando a LaSexta. Ahora, ocho años después, llega a la plataforma Max, con Miguel Ángel Muñoz como nuevo presentador.
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Sensaciones.
Recuerdo aquel Pekín Express de 2008 con mucho cariño. Fue una novedad increíble, un concurso que se alejaba de todo lo que habíamos visto hasta entonces. La mezcla de aventura, junto con el descubrimiento de nuevos continentes, países y ciudades, ofrecía mucho más que simple entretenimiento. El formato era interesante, y las pruebas eran muy intensas. No recuerdo el momento exacto en el que dejé de ver el reality, ya que fueron muchas ediciones. Aunque el formato seguía siendo el mismo, con el tiempo, la frescura se perdió y el producto empezó a desgastarse.
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Pekín Express en Max.
El reality ha dado un salto importante al pasar de la televisión en abierto a una plataforma de pago. Es un movimiento interesante que podría suponer un reto importante para la popularidad del programa. Aunque creo que este cambio pondrá a prueba el verdadero interés de la audiencia por el formato, es inevitable que los índices de audiencia serán mucho menores que en sus emisiones anteriores. A diferencia de la televisión tradicional, Max no es accesible para todos, sino que tiene una base de suscriptores mucho más limitada. Aquí en España, seguramente serán menos de dos millones de espectadores, lo cual limitará el impacto.
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¿Lo verás?
Personalmente, aunque ya dejé atrás mi época de ver realities, tengo que admitir que he empezado a verlo. El motivo es simple: ahora tengo dos niños, y este tipo de programa les permite descubrir otras formas de vivir, otras culturas y civilizaciones, mientras de paso practican inglés, ya que a lo largo del programa se usa bastante. Lo único que realmente me molesta es el formato semanal, que nos recuerda a una televisión que ya habíamos dejado atrás. Pero la mayoría de las plataformas han adoptado este sistema de lanzamientos semanales.
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Mejor presentador.
En programas como este, el presentador no suele ser determinante para el éxito, aunque su presencia aporta algo al desarrollo del programa. Si tuviera que elegir un presentador, me quedaría con Raquel Sánchez Silva, quien ha sido la que más ediciones ha presentado. De Miguel Ángel Muñoz, el nuevo presentador, poco puedo decir, ya que su experiencia en este ámbito es limitada. Veremos cómo lo hace, pero en general, el programa no depende tanto de quién lo presente.
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Formato.
El formato de Pekín Express sigue siendo el mismo de siempre, lo que tiene aspectos positivos y negativos. A lo largo de las ediciones, hemos visto cómo el concurso está bien estructurado, pero también es algo predecible. Aunque se supone que los participantes están en solitario, siempre hay un cámara con ellos, lo que genera dudas sobre lo que realmente está sucediendo. Además, el famoso «sobre negro» con la tarjeta roja o verde siempre me ha parecido una tontería, ya que sería más creíble si hubiera dos sobres y los perdedores eligieran uno al azar.
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Los concursantes.
Siempre he preferido los concursos con desconocidos, ya que los participantes tienden a ser más genuinos. En este Pekín Express, han elegido famosos, lo cual suele llevar a una mayor fachada, ya que muchos de ellos viven de su imagen. Este formato de famosos puede atraer más audiencia, pero a menudo el resultado es menos auténtico. Ya hemos visto esto en otros realities como Supervivientes, donde la autenticidad se diluye en favor de la fama.
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Las parejas.
Las parejas de esta edición de Pekín Express no son de primera línea, lo que le da un toque intermedio entre famosos y desconocidos. Aquí tenemos a Alba Paul y Alex Doménech (cuñados), Alex de la Croix y Guille Camas (amigos), Canco Rodríguez y David Pulido (amigos), Gemma Mengual y Gisela Mordón (amigas), Gonzalo Miró y Ángel Díaz (amigos), Miriam Díaz Aroca y María Grant (familia), y Octavi Pujades y Alicia Pujades (familia). Aunque hay algunos nombres conocidos, la mayoría de ellos no son celebridades de primer nivel, lo que podría ser positivo para el desarrollo del programa.
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Conclusión.
Veremos cómo se desarrolla esta edición de Pekín Express. Recordemos que es un concurso grabado con más de 200 personas involucradas directamente, incluyendo cámaras, equipo de realización, concursantes y sus familias. Hace casi 20 años, cuando se estrenó, esto no era un problema, pero con las redes sociales de hoy en día, es más probable que se filtre el resultado antes de que se emita el final, lo que podría quitarle interés al programa, especialmente considerando el formato semanal. A pesar de esto, vale la pena verlo por su componente cultural y familiar.
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